Las calles callejones y plazuelas de la capital zacatecana, nombrados como patrimonio histórico de la humanidad por parte de la UNESCO, en estos últimos años ha sufrido grandes deterioros por parte de los graffitis y tags, hechos inherentes de una juventud desinteresada sobre su pasado y su contexto, referido a los grandes paramentos firmes y elegantes, muros reflejo de nuestra vernácula historia.
La calles de la cuidad capital, se han visto opacadas en los últimos tiempos, sobre todo en el primer cuando de la misma, particularmente en la Zona Centro, ya que se pueden ver paredes, vanos y puertas antiquísimas que se encuentran pintarrajeadas por los llamadas Graffitis y que son un problema severo a la vista en el centro histórico. Este problema es frecuente y de antaño, pues llevan mucho tiempo así, sin que se pueda encontrar una solución a esta problemática social de expresión, ya que al momento de arreglar las fachadas de los grandes corredores urbanos céntricos que son afectadas por este fenómeno social, es mas el tiempo en que se llevan la restauración de estos, que en volver a incidir los jóvenes con sus trazos. Las sanciones que imputan a quienes rayan los espacios públicos, edificios y monumentos es mínima, por lo que para los jóvenes no hay problema en rayar estos espacios. Esto a su vez causa una mala imagen a quienes visitan la cuidad en temporada vacacional para disfrutar nuestros museos, arquitectura colonial, o alguno de nuestros festivales, con ello afectando la reputación de los zacatecanos como una cuidad limpia y lo mas importante Como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
En el entorno en el cual vivimos no es extraño encontrar paredes pintadas, muchas veces solamente son tags o firmas que no tienen ningún sentido para el ciudadano común; sin embargo, dañan el aspecto de la ciudad y generan descontento social así como una gran inversión de dinero para recuperar los espacios dañados.
Los trabajos realizados en la limpia de cantera y de pintura no han sido suficientes para dar abasto con la cantidad de pintas que hay por todo el centro histórico de la ciudad, por lo que se debe poner más atención a esta clase de situación y con esto evitar la pérdida del titulo de Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Los graffitis son un testimonio de la evolución urbana que data de muchas décadas atrás, el objetivo inicial de este método de expresión, era de marcar territorios entre bandas y poder distinguir donde iniciaba uno y terminaba el otro, mas tarde, estas líneas evolucionaron para llevar mensajes contenidos a una sociedad reprimida por el pensamiento comunitario, una represión social y fascista, últimamente los trazos urbanos complejos de una sociedad fragmentada se han convertidos en una corriente estilística meramente urbana.
La realización de los graffitis ilegal en los espacios urbanos en los centros históricos genera contaminación visual, percepción de inseguridad, gastos en la preparación del daño y en general una mala imagen de las ciudades o de cualquier lugar en donde se lleve a cabo.
Las principales consecuencias que produce son la disminución del valor de los predios, reducción de ventas en zonas graffiteadas, percepción de las zonas no son seguras, costos de limpieza, atracción de vandalismo y disminución directa del turismo.
Las principales alternativas que se han propuesto para mitigar el crecimiento de esta problemática es de generar espacios de expresión, impartir cursos, y talleres, concursos y realizar exposiciones, es decir hacer participes a los jóvenes en el tratamiento del problema.
En algunos estados de la republica incluido el Estado de Zacatecas se han llevado a cabo diferentes concursos y exposiciones del graffiti, en los cuales se abren espacios para los artistas urbanos, no para los tageros, es decir, aquellos jóvenes que solamente rayan en paredes con firmas o garabatos, pero es importante advertir que esta medida solo de resultados parciales, pues genera antipatía entre estos grupos de jóvenes en lugar de integrarlos, por lo que sigue el graffiti clandestino prolifera en las calles, fachadas, anuncios y cualquier barda en donde se pueda plasmar un rayón, letras o dibujos.
Otra medida es la integración a la cuidad a ser participes de la sociedad y del contexto en que se encuentran, ya que la perdida del turismo por la mala imagen en la que presentamos el centro historio, pues es la que se llevan las personas que vienen a visitarnos, recordando que es nuestra carta de presentación, tenemos que sentirnos participes de nuestra cuidad y coadyuvar al desarrollo de la misma fomentando la cultura en la que nos desenvolvemos.
Implementar y tipificar el delito de las pintas en bardas, puestas y ventanas, para frenar los graffitis o tags en las zonas de importancia como lo son los centros turísticos y centros de población, afín de generar lugares especificaos donde se puedan llevar acabo estas actividades urbanas y que den identidad a los barrios o colonias.
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