POR ESTEFANÍA GARCÍA CARRILLO
“…Haces bien en poner banderines de aviso,
en el límite oscuro que relumbra de noche.
Como pintor no quieres que te ablande la forma
el algodón cambiante de una nube imprevista.
El pez en la pecera y el pájaro en la jaula.
No quieres inventarlos en el mar o en el viento.
Estilizas o copias después de haber mirado
con honestas pupilas sus cuerpecillos ágiles.
Amas una materia definida y exacta
donde el hongo no pueda poner su campamento.
Amas la arquitectura que construye en lo ausente
y admites la bandera como una simple broma.
Dice el compás de acero su corto verso elástico.
Desconocidas islas desmienten ya la esfera.
Dice la línea recta su vertical esfuerzo
y los sabios cristales cantan sus geometrías…”
Poema de Francisco García Lorca
“Lo mismo que me sorprende que un oficinista de banco nunca se haya comido un cheque, asimismo me asombra que nunca antes de mí, a ningún otro pintor se le ocurriese pintar un reloj blando".
Salvador Dalí
El diseño arquitectónico debe ser un reflejo del entorno social y político con respuestas a las necesidades de la época, con expresión artística y carácter incluso subjetivo, que pueda sorprender al espectador/usuario. Dalí, en su particular forma de ver la realidad, considerado un excéntrico personaje, captaba la imagen de lo que el arte simboliza para una sociedad, pero para el mismo artista, el ejecutor y creador de la obra…
Dalí expresa en su pintura pasajes surreales y mágicos, llenos de imágenes surrealistas expresadas con una técnica laboriosa que mezclaba técnicas tradicionales y sistemas contemporáneos. En la actualidad, debido a la falta de sensibilidad de la sociedad, existe una gran necesidad de esos pasajes increíbles que Dalí creaba en sus obras. La arquitectura puede llegar a sensibilizar y a ser un punto de encuentro del ser humano con su parte sensitiva e imaginativa.
Alternaba técnicas tradicionales con sistemas contemporáneos, a veces en una misma obra. Las exposiciones de su obra realizadas en Barcelona en aquella época atrajeron gran atención, en la que se mezclaban las alabanzas y los debates suscitados por una crítica dividida.
“Un reloj, sea duro o sea blando, no tiene ninguna importancia; lo importante es que señale la hora exacta”
Salvador Dalí
En este autorretrato, Dalí se encuentra inmóvil y con la lengua afuera. Aparte de los insectos, se encuentra aislado en un paisaje árido y caluroso. En estas condiciones, la percepción del tiempo y del espacio, y el comportamiento de los recuerdos, adquieren formas blandas que se ajustan a las circunstancias.
Al igual que el tiempo, el arte y la arquitectura son fugaces, cambiantes. En esta obra en particular, Dalí ilustra el rechazo del tiempo como una entidad rígida o determinista-
La obra de “la persistencia de la memoria” es una relación de materia (queso camembert) el espacio y el tiempo, suave, extravagante, solitario y paranoico-critico.
“la aniquilación del tiempo da lugar a la sensación de inmortalidad que transmite la esteticidad del paisaje, como un efecto de congelación del instante.”
Anna Otero, coordinadora del Centro de Estudios Dalinianos
Expertos del Museo de Arte Moderno en Nueva York habrían de decir que Dalí plasmó el mundo irreal con un realismo tan extremo, que su verdad y validez no podían ser cuestionadas. Este creador buscaba, en sus propias palabras, “sistematizar la confusión y desacreditar el mundo de la realidad cotidiana”.
El tiempo de los relojes y el tiempo de la naturaleza exponen a la relatividad del concepto al ser contrastados, y en este contraste no es el tiempo mecánico o lógico el que persiste, sino el tiempo atípico, irracional, no ordenado del entorno, que incluso sostiene y presencia la lastimosa fugacidad del otro. Así pues en arquitectura lo que debería de ser, considerado una teoría moderna, y tomando el principio de la obra de Dalí, es romper esquemas, romper las formas y mentalidades cuadradas, buscar en el inconsciente la libertad de diseñar edificios que puedan tener un carácter subjetivo, tomando en cuenta que la pintura es expresión artística y la arquitectura puede ser considerado el lienzo para esa misma expresión. Y así la arquitectura moderna pueda transmitir un mensaje
“hoy la mayoría de los que proyectan y construyen, no hacen más que balbucear, emitir sonidos inarticulados, desprovistos de sentido, sin transmitir mensaje ninguno”. (ZEVI, 1997)
Es por eso que el proyecto que presento es jugar con formas orgánicas para crear un edificio-escultura que sirva como base a exhibir la obra de Dalí. Una obra que carezca de normas Clasicistas y logre romper los moldes establecidos. Una obra que pueda ser integrada al entorno urbano que funcione como descanso visual, centro cultural que invite al espectador a sumergirse en su inconsciente tal como lo hizo Dalí. Los edificios actuales son obra de la tecnología y técnicas innovadoras, también se construyen actualmente obras en pro del medio ambiente, pero es necesario crear este tipo de espacios que le brinden a las personas a soñar, imaginar e incluso a ser parte de la comunidad creadora del planeta.
Fuentes:
ZEVI, B. (1997). LEER, ESCRIBIR, HABLAR ARQUITECTURA. BARCELONA: APOSTROFE.
http://www.abc.es/20090116/cultura-arte/persistencia-memoria-dali-primera-200901161527.html
http://es.wikipedia.org/wiki/La_persistencia_de_la_memoria
http://es.wikipedia.org/wiki/Salvador_Dal%C3%AD
http://esquimalenator.wordpress.com/2012/11/28/sobre-la-persistencia-de-la-memoria-y-el-concepto-tiempo/
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